Puede que no sean las mejores fotos, ni seamos los deportistas más atractivos con las mejores poses de cara a la galería, pero hay algo que sí podemos afirmar con rotundidad, sentimos y generamos momentos para recordar disfrutando y fomentando el deporte a nuestra manera por toda Cantabria. Por cierto, qué bonita eres Cantabria.

Pero… ¿Has olvidado ya el camino? Aún es muy pronto para ello. Te dije que esperases. Si existe algo eterno, tiene que forjarse lentamente, muy poco a poco… . Y el camino merece ser recorrido paso a paso. Sonreír no es fácil, lo fácil es proponerte que lo hagas.

Absurda contradicción de que lo eterno es efímero. Lo eterno, es eterno. No tienes que sonreir cada segundo de tu vida. Puedes errar, puedes tropezar, puedes aprender, o puede sencillamente no apetercerte sonrerir. Quizás ese sea uno de los más importantes aprendizajes de tu vida, disfruta de los silencios que no sean incómodos, saca el lado bueno de las cosas, trata de aprender de esos momentos en los que no te apetezca sonreir, para después poder disfrutar al máximo de los que sí lo hagan.

Pero hay sonrisas, y sonrisas.
No me gustan las sonrisas modernas,
me encantan las otras, las del cansancio, las de la rutina, las del esfuerzo y la perseverancia. Las inocentes de quienes vienen desde Asturias hasta Cantabria para, al margen de un resultado, exprimir el camino, sacar la esencia, disfrutar del deporte y de los momentos vinculados a él. Convivencia, deporte y sonrisas, crearon momentos únicos que quedarán grabados en sus memorias.