«El León Eterno»
Puedo sonreír al decir que conocí a un león eterno que me dejó huella para siempre. Creo que la vida nos guarda momentos que re-dirigen nuestro camino hacia donde aquello que nos marca el corazón. Tú y tu familia impactasteis de lleno en mi, mostrándome la más dura de las batallas, donde cuerpo, mente y alma entregaban absolutamente todo por aferrarse a la vida.
Tus padres te prometieron seguir luchando. Su promesa es la razón de su existencia. Es increíble lo que te quieren.
Quería decirte de alguna manera, que tienes una parte de la culpa de todo este reto. Quiero por ello agradecerte con todo mi corazón, la lección de lucha que me diste, el amor por la vida, por la familia, y por aquello que se nos graba en el alma.
Sé que desde allí arriba sonreirás con cada sonrisa que te mande para ti y para todos los guerreros, y sólo por eso, habrá valido la pena todo.